La Pena de Muerte confronta a GUATEMALA como Nación.

Como una bola de fuego, donde todos los sectores andan en todo momento esquivando la confrontación, surge como un estruendoso y a la vez fugaz clamor de una Pena de Muerte, para todos los malhechores de la criminalidad, el tener de rodillas a todos los sectores productivos del país. Por: Antonio Moran del Cid El incremento de esta ola de violencia en Guatemala, ha recrudecido la situación, a raíz de la incertidumbre que han causado los innumerables desaciertos por parte del Gobierno de turno y las infamia que se han dado a luz por parte de la Comisión contra la Impunidad en Guatemala- CICIG- revelando los niveles de corrupción existentes en todos los estratos del aparato de gobierno, así como todo lo esquilmado en las arcas de gobierno. Definitivamente, esta situación ya no se trata de ricos o pobres, sino de todo lo que han jugueteado con las riquezas y recursos del país y que han dejado a los guatemaltecos llenos de vergüenza, deshonra y en total desconfianza en sus propias autoridades y entidades correspondientes. Es así como surge el gran antivalor de la vida. La Pena de Muerte. Una terrible “solución” donde todos se creen con el derecho, pero nadie se quiere tomar esa responsabilidad, pues es un secreto a voces que todos saben que esa la medida urgente, pero de ninguna manera el freno total a nuestra desvergüenza como nación. El Pode Ejecutivo, por medio de su mandatario Jimmy Morales, dice y a la vez se escuda de que habría que hacer una consulta popular, como la medida de moda y que la Corte de Constitucionalidad, no le corresponde dicha solución, mientras tanto la Iglesia Católica por medio de su Obispo Metropolitano Julio Vián Morales compromete la visión preclara sobre la vida y principios de dicha institución al decir que ellos están claros, pero que los Diputados al Congreso de la República deberían de legislar y consultar, antes de normar, pues para eso están… Mientras al interno del parlamento, muchos son los grupos que no tienen claro el tema para adecuarlo como de urgencia nacional y lo mismo pasa en todas las entidades estatales que conforman los poderes del Estado. Una situación bizarra, que se sigue esquivando, a sabiendas que las cárceles del sistema penitenciario, ya no se dan abasto con la población de reclusos existentes. Un sistema de justicia colapsado, que tiene todos sus procesos retardados, falta de personal adecuado y profesional, implementación de nuevas metodologías en la criminalística, etc. Hacen cada vez, un terrible embrollo del sistema, donde ya se empieza a pensar que es peor. A río revuelto… Obviamente, todos estos sistemas en todos lados, hacen de una total administración un verdadero sistema de vulnerabilidades y es cuando la ética profesional en lo legal, nos sorprende, al aprovechar cualquier forma de escape, para que todo el clientelar culpable, pretenda salir indemne de cualquier delito acusador, ahora que es cuando. Entonces, Pena de Muerte ¿De qué, para quienes y promovida por quién? Guatemala, se ha pintado ante el mundo como un país respetuoso al más alto nivel por la vida y protector asiduo y completo de sus propios ciudadanos, como reza en su propia carta magna y un poco de orden en cuanto a la corrección de todos sus procesos vigentes no vendría nada mal. Constitución Política de la República de Guatemala. (Reformada por Acuerdo legislativo No. 18-93 del 17 de Noviembre de 1993) TÍTULO I LA PERSONA HUMANA, FINES Y DEBERES DEL ESTADO CAPÍTULO ÚNICO Artículo 1.- Protección a la Persona. El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común. Artículo 2.- Deberes del Estado. Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona. TITULO II DERECHOS HUMANOS CAPÍTULO I DERECHOS INDIVIDUALES Artículo 3.- Derecho a la vida. El estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona. Artículo 4.- Libertad e igualdad. En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil, tienen iguales oportunidades y responsabilidades. Ninguna persona puede ser sometida a servidumbre ni a otra condición que menoscabe su dignidad. Los seres humanos deben guardar conducta fraternal entre sí. Artículo 5.- Libertad de acción. Toda persona tiene derecho a hacer lo que la ley no prohibe; no está obligada a acatar órdenes que no estén basadas en ley y emitidas conforme a ella. Tampoco podrá ser perseguida ni molestada por sus opiniones o por actos que no impliquen infracción a la misma.